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Arquitectos: Aurora Arquitectos
- Área: 800 m²
- Año: 2019
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Fotografías:Do Mal o Menos
Descripción enviada por el equipo del proyecto. Este edificio de dos apartamentos está ubicado en la Costa do Castelo, una calle estrecha que rodea la colina y cuyos edificios esconden una vista que domina la ciudad de Lisboa. Para contrarrestar la parcela larga, en el centro, un vacío interior atraviesa e ilumina todos los pisos. Organiza la circulación en su perímetro y permite a los ocupantes ver el cielo o simplemente hablar con quien está 2 pisos más abajo. Una "vista" vertical que complementa la horizontalidad dominante del paisaje exterior.
A finales del siglo XIX y principios del siglo XX, el contexto de expansión de la ciudad y la creciente necesidad de alojamiento en Lisboa llevó a la aparición de edificios apodados 'Gaioleiros'. De las características principales de este tipo de edificios destaca la profundidad de las parcelas, marcada por pasillos que atraviesan los apartamentos a lo largo de todo su longitud. La disposición original de los compartimentos en estos edificios sugiere una polarización de las zonas sociales y funcionales en los extremos, mientras que las habitaciones se organizan alrededor de un pasillo central.
En el caso particular de este edificio 'Gaioleiro' ubicado en la Costa do Castelo, además de las características inherentes a esta tipología, se suma el pronunciado declive que le permite tener una vista privilegiada sobre Lisboa. Su consecuencia natural sería una lógica de distribución horizontal que buscara, sobre todo, la relación con el paisaje.
En cambio, la ampliación del pasillo a través de su 'duplicación' e incorporación del núcleo de escaleras refuerza la relación que se busca zenital, de búsqueda de luz y ventilación. De este modo, deja de ser el elemento que divide el edificio en dos para ser una fuerza centrípeta de organización de todas sus circulaciones, actividades y celebración de su interior.
El proyecto, que contempla un dúplex en los pisos inferiores y un tríplex en los pisos superiores, se desarrolla en torno al pasillo central como elemento neurálgico capaz de introducir equilibrio en la relación horizontal preexistente. Si, por un lado, esa horizontalidad dilata los pisos en busca del punto de fuga exterior, por otro, es el pasillo el que articula todos los pisos entre sí, estableciéndose como contrapunto interno vertical. Así, el diseño polarizado que habitualmente caracteriza la planta de este tipo de edificios propone ahora la reinterpretación de su centro.